
El rotavirus es una enfermedad que afecta a niños muy pequeños y que puede causar complicaciones. Ahora se conoce la manera de prevenirlo mediante una vacuna, ya que se trata de una infección que no se evita con las medidas higiénicas.
La infección empieza en los primeros meses de vida, que es cuando el organismo del niño es más delicado. Una infección severa puede provocar una deshidratación severa, con la correspondiente hospitalización del niño; incluso se puede llegar a hablar de mortalidad en países con unas condiciones sanitarias deficientes.
La vacunación puede empezarse a las 6 semanas de vida. Es una vacuna oral que tiene dos marcas comercializadas de la que una se administran 2 dosis y de la otra 3 dosis. Se han de dar en un lapso de tiempo relativamente corto, se debe acabar la vacunación antes de los 6 meses, según la recomendación del Doctor Enrique Bernaola, coordinador del Comité Asesor de Vacunas de la Asociación Española de Pediatría.
La gastroenteritis ligada a las condiciones higiénicas suelen darse en verano, pero la infección por rotavirus es propia del invierno coincidiendo con el virus respiratorio sinticial que provoca bronquiolitis y con el virus de la gripe. Esto puede provocar un desbordamiento hospitalario. Al tratarse de virus tampoco se puede hacer un tratamiento con antibióticos.
Cuando el niño presenta vómitos, fiebre alta y deposiciones continuadas se debe acudir al servicio de Urgencias ya que podría complicarse en una deshidratación.Este tipo de deshidratación puede aumentar los niveles de sodio que pueden dar problemas neurológicos. Hay que rehidratar con las soluciones especiales que están preparadas para ello.